Crónicas coreanas del Robot Bioloid Chikilicuatre (II)

PRIMER DIA EN INCHEON

Hasta para nosotros, que funcionamos con inteligencia artificial, los vuelos tras-oceánicos son terribles. El comandante es un encanto. Se ha querido fotografiar conmigo. Luego las azafatas también. He sido durante un rato la mona chita de la cabina. Qué se le va a hacer. Es parte del papel que estos días estoy representando. Un robot discotequero. Me pregunto si estarán pensando en promocionarme por salas nocturnas. Hay momentos que tengo escalofríos. Ya sé que es imposible, que los robots no… ya me entendéis, no tenemos sensaciones, pero os aseguro que se me ponen las chapas de punta con tanta mondongada. Bueno la verdad es que el valle del río Nakdong es alucinante. Apocalipsis Now, la vecina Vietnam. Marlon Brando me ha saludado desde una hamaca colgada de un cocotero. Es un país tan diferente…




Hasta el momento no he visto, ni he sido presentado a ningún robot coreano. Eso sí una máquina de bebidas apostada en una esquina del barrio americano me ha saludado en inglés. Can you tell me your name?. Me he girado y en ese momento estaba yo sólo. My name?, pero no sabes quien soy. Pero es que no ves la televisión, el Buenafuente, soy de la familia más avanzada de humanoides, The Bioloid upgrade robots, preparados para demostraciones espectaculares. Pero se habrá visto una vieja expendedora de zumos de tomate intentando ligar, pues voy listo si me relaciono con estas anticuallas.

En los viajes, la salida y la llegada están ligadas por una magia especial. No sé si es primavera u otoño, pero los arrozales de Inchón me recuerdan el Delta. El mundo es tan pequeño. La vida es un juego. Venimos aquí a concursar. El Samsan World Stadium estará repleto. Miles de coreanos, garganta profunda, coreando. Cómo corean los coreanos. En eso, sí que son los mejores del mundo, en corear. ¡Ra, ra, ra, Rodolfo ganará. Rá, ra, rá, Rodolfo ganará. Pienso mediante fórmulas combinatorias sencillas, cuatro integrales y una segunda derivada y el resultado me dá que vamos a ganar, pero en el fondo estoy triste, no sé melancólico…, aquí en Inchón tan lejos del almacén…

Duermo en habitación doble en el Horyo Hotel. Mi acompañante ROOMBA, es una robot aspiradora de la serie 560. Estamos en lo de siempre, aprovechar los viajes para realizar otras acciones comerciales, ya que estamos aquí aprovechamos. ¡Pero aprovechamos qué!. Mi compañera está molesta y tiene razón. Ha estado toda la noche raspando la moqueta. Ella sabe y no por mí, que aquí la figura soy yo, el robot Chiquilicuatre y que ella viene por aprovechar y esto jode a un humano y a un robot. Joder. Me solidarizo con ella. Durante la noche no he pegado ojo y mañana a competir….

En algún momento he tenido pesadillas, cortas pero terribles. Cómo serán los robots filipinos. Me han hablado mucho de ellos. Son lacerantes, esquivos, espero poder descubrir las funciones intermedias. Los coreanos, los chinos, los japoneses, bahhhh, son robots previsibles, pero estos filipinos cubiertos de chocolate están de muerte y puedo caer en la tentación de morderlos y cagada, suena la sirena y descalificado ipsofacto. Cuidado Rodolfo mañana nos jugamos mucho… son pesadillas pero a veces estas cosas hay que cuidarlas.





SOBRE LA LONETA DEL RING

Ha llegado el gran día. The 5th Korea Robot Game Festival, abre sus puertas. City of Incheon. Date 17´18 May 2008. Las colas son muy largas para entrar en el Samsan World Stadium, a una hora al oeste de Seoul. Las coordenadas necesarias para situarse. Estoy en plena forma. Estoy contento. Tengo ganas de saltar a la lona a competir, por mi país, por Europa, por mi raza de robots, estigmatizados por Robocops y burdas copias. Hoy ante el mundo entero, en este Stadium, más de 40.000 personas esperan, ansían, la salida de los participantes.



MI LUCHA

El programa es el de siempre de estos Festivales. Primero la las exhibiciones y después la lucha libre. Los robots luchadores, mi compañero KONDO KHR-2HV, es un humanoide con bíceps de acero y luego las señoritas, como yo, a bailar y a cantar y A LUCHAR. Pero esta vez he sido programado para cambiar las cosas. Programado para que el baile pueda a la lucha. Programado como Rodolfo Valentino para enamorar, para que no puedan quedarse quietos en sus asientos. Somos robots hechos para la felicidad. Soy Rodolfótico,y el chiqui chiqui se baila así. Uno, el Briki Dance, Dos el Cruzaito, Tres el Michel Jacson, Cuatro el Robocop.



Los chicos del boxeo han levantado los ánimos. Las azafatas robots con esas faldillas paseando por el ring son una novedad este año. He quedado con una de ellas para salir a dar una vuelta. Si triunfamos, Toni el amo me dará la tarde libre. Repito soy un robot feliz, tenemos sentimientos, tenemos sentimientos y al final nos enamoramos, como vosotros. ¡No queremos que nos golpeen!



Escúchame, tú que has estado ahí desayunando, mojando en la leche, siguiendo estas crónicas de un viaje a Corea, y que ya es un viaje al futuro. Si tú, perdona, escúchame, estoy a punto de saltar a la loneta de este estadio, pero quiero que sepas, por mi familia, por mi serie de BIOLOID’s, que no simplemente somos robots para el ocio, para montar y desmontar, no, sino que muy pronto vamos a colarnos en tu guarida. Ya no se trata de una nevera que detecta cuando le falta zumo de naranja y envía un mensaje al Super, no, de eso nada. Vamos a estar juntos, cubriendo tu soledad. Somos los robots de cuarta, de quinta generación, ya no estamos programados, sino que estamos junto a ti, para mirarnos a los ojos. Como la otra tarde cuando Rodolfo y yo nos cruzamos la mirada. Hubo química te lo aseguro.



Ya está, se acabó, he salido y he triunfado. La canción es tan pegadiza que hasta los robots luchadores han saltado a la lona y se han puesto a bailar, Uno, Dos, Tres, Cuatro, se baila así…. Se baila así… el Filipino es una monada, de lacerante nada, es un robot de chapa en pecho, está construido con semiconductores de una cerámica muy especial. Estoy emocionado, Toni el amo también. Todo el equipo está satisfecho. Ha sido una experiencia inolvidable. Aquí los coreanos lo han pasado en directo por la cuarta cadena.



La cámara robot de TV. me ha guiñado una lente al salir. La célula de la puerta del ascensor es una cachonda. Pero quien me pone de verdad es mi compañera ROOMBA, la aspiradora circular, tan limpia ella. Desde la habitación hemos contemplado el amanecer, la vista es colosal, no estamos programados para esto, pero a veces… junto al mar del Japón

Uno Una linda robot aspiradora,
Dos y un robot bailarín,
Tres Se están haciendo tilín,
Cuatro en una habitación de Incheon,


LA LLAMADA DE RODOLFO

Ya en el camerino, un técnico ha querido cambiarme de ropa. Es decir me sacan la cresta del felpudo, me arrancan las patillas y la guitarra y de nuevo a enchufarme a la batería. Es decir en un santiamén he dejado de ser Rodolfo Chiquilicuatre y he pasado a ser Robot Humanoide a su servicio. Creo que es un error. Rodolfo Chiquilicuatre ya no es simplemente un personaje, ni tampoco sólo Rodolfo de carne y hueso, es todo eso y my self, la serie BIOLOID’s ha dejado una parte muy importante de su impronta en este reality show. Hemos convivido varios días, técnicos, informáticos, concursantes.



El viaje de vuelta ha sido maravilloso, los coreanos son muy agradecidos, muy simpáticos, te ríes con ellos y no sabes por qué. El hecho es que los robots reímos por dentro, es un escozor hormigueante que arranca en la base posterior del cuello y de forma intermitente realiza descargas eléctricas. Cómo explicarlo, la primera vez pensé que era un error técnico, pero en este viaje ha habido muchas descargas dulces, como fugas de energía en momentos de plenitud. ROOMBA, que viaja en la bodega del avión, me comentó que este hormigueo es la risa interior de las máquinas inteligentes.



De nuevo en el almacén. No hay nada mejor como volver a casa. Que te coloquen en el armario, en tu estantería, junto a cajas de cartón, rollos de cables, manuales de uso, es una delicia. Voy a dormir. El Mini robot PLEN es nuestra mascota, al verme se ha puesto a patinar por toda la estantería, a lo campeón, con las manos atrás.

Por favor que un técnico me desconecte, no quiero pensar en ella. ROOMBA, cariño te echo tanto a faltar.

Rodolfo Chiquilicuatre, del que yo no soy más que una parodia ha pasado a ver a Toni el amo. He oído su voz y no necesito despejar fórmulas para saber que entre Rodolfo y yo hay química. Es raro que un robot y un humano…. una conexión cósmica quizás. De pronto se abre el armario y me sacan sobre una mesa del taller. Con cuidado grita Rodolfo, que no se lastime.

--Para mí, exclama espontáneamente, es como un tercer hijo.
--Pues adóptalo, grita desde el fondo el informático.
--A eso he venido a llevármelo, le responde con esa sonrisa tan de gilipollas.

Estoy viviendo en un sueño. Irme con Rodolfo a su casa. Jugar con sus hijos. Tener una familia de verdad. Solo una pega, si quiere llevarme, será el pack completo, ROOMBA viene conmigo. Este es el trato. Rodolfo encantado.

Antes de la Gala del próximo sábado, un compañero humanoide el ROBONOVA-1 participará en el campeonato Robocampeones 2008 en la Universidad Rey Juan Carlos, en el campus de Fuenlabrada, suerte Robo. Te queremos. Eres el rey de las piruetas increíbles.

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